Capitulo 2 –herida (T)

Días sin sol, noches sin luna

Capitulo 2 –herida (T)

Bella pov 

Mike suspire temerosa – ¿estas ahí?

¡Hola cariño! –Me dijo exaltado – ¿dejaste a Elizabeth en el colegio?

Si –conteste temerosa, al notar como su amable tono se iba deformando.

Bella –me dijo en vos contenida mientras extendía su mano hasta llegar a las sombras violáceas que había en el contorno de mis ojos y corrían por mi mejilla, quería insultarle, quería reprocharle, si me era posible incluso escupirle. Esas manos que ahora se mostraban compresivas habían sido las causantes de todas mis heridas, pero me contuve, temiendo su reacción.

Después de evaluar mi rostro hablo en vos firme –debes quedarte en el deposito desembalando las cajas, la gente no puede verte así – abrí la boca para protestar, pero de ella no salio palabra alguna ya que mike me había dado un fuerte puñetazo, que logro que perdiera el equilibrio para luego darme un golpe terrible en la cabeza contra la madera del mostrador.

¡Vete!, no quiero verte mas aquí, me das asco –escupió cada palabra con el cólera a punto de estallar.

Esto se ponía peligroso...

Mike solo, por favor escúchame –suplique desde mi lugar en el piso.

NO –grito –vete o lo lamentaras. Se dio la vuelta y empezó a levantar la persiana del local, supe que no tenia tiempo de sobra para pensarlo, considerando que quería mantener sus huesos sanos.

Me levante en silencio y hice lo que mike me mando sin valentía para enfrentarlo.

En el deposito, ubicado en la parte superior del local de productos deportivos que ahora pertenecía a mike, luego del misterioso fallecimiento de sus padres, me senté sobre una de las enorme cajas, no podía creer como había llegado a esta situación, el peor error de mi vida fue aceptar a mike después de esa noche en el cine, no tenia alternativa Charlie amenazaba con enviarme a Florida con mi madre.

Luego de que Jacob no me hablara, ni respondiera mis llamadas, decidí ir a verle, el no estaba enfermo, estaba perfectamente bien se había cortado el pelo y echo un tatuaje, dijo que no podíamos ser amigos y supe que san le había lavado la cabeza, me sentía devastada, aquella herida había sido abierta por segunda vez…

Ahí fue cuando mike aprovecho la primera oportunidad que tubo para besarme, en esos momento me fue inevitable no pensar en el, en sus besos dulces y delicados llenos de amor, en su maravilloso olor, en su frió aliento cuando rozaba mi cara y me invitaba a sus labios… a llenarme con su aroma y perderme en el.

Pero mike no era igual, el no era dulce con migo, el me usaba cuando se le antojaba, al principio se mostró decente, pero esa mascara amable y de chico sensible se esfumo cuando a las semanas decidió que debía ser suya, yo no quería llegar lejos tan pronto, yo estaba asustada y tenia miedo, seria mi primera vez… pero no con la persona que yo quería, que me aria sentir segura, el único al que siempre ame, sigo y seguiré amando.

Luche contra el y esa noche fue también, la primera vez que me golpeo.

La escena se reproducía una y otra vez en mis pupilas, pero no quería recordarla, esa noche fue la peor noche de mi vida, fue cuando todo esto comenzó, golpes, insultos, todo había sido un error… pero no podía arrepentirme de ello ya que a los nueve meses di a luz a la única razón que tengo para vivir.

Por mi pequeño ángel permanecí al lado de mike y sus golpes, de no ser por Eli hubiera corrido a los brazos de charlie, pero debía ser fuerte por aquella criatura que me daba todo su amor.

Quería llamarla Alice, Rosalie o Esme, pero Mike le pidió a Charlie, con quien mantenía una excelente relación, todos los nombres de la familia que tanto querría y no me permitió ponerle ninguno de ellos, mi padre estuvo muy de acuerdo en que poniéndole a mi hija Alice no dejaría mi pasado con el atrás…

¡Quien dijo que deseaba hacerlo!

Había hecho asta lo imposible para no olvidarle, me aferre con todas mis fuerzas a las fotos, el CD y los regalos, que encontré bajo las tablas del suelo de mi antigua habitación, escuchaba cada día mi nana, y las demás pistas del CD interpretadas por el amor de mi vida, llame a mi hija Elizabeth Marie, el primer nombre en honor a su madre y el segundo en por Alice.

Me casaba con Mike, sentí una nostalgia increíble al tener esos recuerdos pero no podía llorar, Mike podría verme, me limpie las lágrimas, que se me habían escapado.

Al escuchar pasos demasiado cerca pegue un salto y empecé a acomodar cajas.

Bella –llamo con voz ronca –vete.

No dije nada, ni siquiera me atreví a mirarle, tome mi bolso y Salí de allí. Una vez que estuve en el interior de mi monovolumen me di el gusto de llorar, desahogarme.

Mire la hora, ¡mierda! se me hacia tarde Eli salía del colegio en menos de 15 minutos…

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